Letras mágicas
Es un blog pensado en un proceso natural de la vida, una especie de "diario de vida" abierto a quien lo quiera leer. Reflexiones, videos, poemas de mi autoría y muchas otras cosas.
domingo, 19 de febrero de 2012
Hiperplasia ductal atípica
hiperplasia ductal atípica (ADH) es una condición médica en la que las células que recubren los conductos de la leche de los senos experimentan un crecimiento anormal. Esta condición es no cancerosos, pero una incidencia de hiperplasia ductal atípica puede indicar un mayor riesgo de cáncer para una mujer. Como resultado, los médicos suelen recomendar una cuidadosa monitorización y seguimiento en los pacientes que han mostrado hiperplasia ductal atípica en uno o ambos senos.
El término hiperplasia es usado para describir cualquier aumento en el número de células en una región en particular. Un número de cosas puede conducir a la hiperplasia y la enfermedad suele ser tan benigno que la gente no nos percatamos de ello. En otros casos, la hiperplasia es causa del desplazamiento de órganos, el dolor y otros síntomas que hacen evidente. En el caso de la hiperplasia ductal atípica, la condición se diagnostica generalmente durante la mamografía de rutina. En una mamografía, la hiperplasia ductal atípica se muestra como un pequeño depósito de todo el conducto de leche. Un médico normalmente le pedirá que tomar una biopsia de la zona para confirmar que la hiperplasia ductal atípica es el crecimiento, para eliminar las causas, tales como un tumor maligno. Cuando la biopsia confirma que el paciente tiene la hiperplasia ductal atípica, el doctor puede examinar una serie de opciones con el paciente. La opción más sencilla es dejar el sitio solo. Debido a que esta condición no es cancerosa, que no requiere tratamiento. Sin embargo, los médicos generalmente recomiendan que sus pacientes vigilar cuidadosamente sus senos durante los exámenes de autoexamen mensual de mama, y los pacientes pueden ser alentados a someterse a exámenes clínicos del seno y mamografías de forma más regular. Por seguir siendo vigilante, el paciente y el médico puede tomar los signos de cáncer de mama precoz, si surge. Algunas mujeres eligen tomar medicamentos profilácticos si desarrollan la hiperplasia ductal atípica, sobre todo si los miembros de su familia tienen antecedentes de cáncer. Estos medicamentos pueden ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama. Más radicalmente, una mujer puede optar por una mastectomía preventiva. Esto no es una opción que debe tomar a la ligera, y por lo general sólo se considera cuando una mujer tiene una historia familiar importante de cáncer de mama, junto con otros factores de riesgo que elevan la probabilidad de desarrollar cáncer de mama.
Al realizar el autoexamen de mama normal y recibir recomendar exámenes de salud tales como las mamografías, las mujeres pueden identificar hiperplasia ductal atípica y otras condiciones de salud temprana y tomar decisiones proactivas sobre su salud. Las mujeres deben hablar con sus médicos acerca recomienda exámenes de salud preventivos.
sábado, 11 de febrero de 2012
Nada es en vano, nada es para siempre.
"Cada persona, en su existencia, puede tener dos actitudes: construir o plantar. Los constructores un día terminan aquéllo que estaban haciendo y entonces les invade el tedio. Los que plantan a veces sufren con las tempestades y las estaciones, pero el jardín jamás para de crecer"
Tengo dos opciones: una derrota o una lucha... opté por una lucha, soy una guerrera y una guerrera jamás debe ser vencida sin dar la pelea.
Durante estos últimos ocho meses la vida me ha demostrado que la fuerza interior, la esperanza, el sacrificio, el coraje y la fe son los ingredientes necesarios para enfrentar la vicesitudes que la vida me ha regalado.
De todo lo ocurrido no sé que es lo más difícil, todo ha sido doloroso, inmensamente doloroso por momentos he sido débil pero creo en los nuevos amaneceres, en las nuevas oportunidades y en que la vida así como cierra una puerta, a su vez abre muchas ventanas.
Creo en la vida, absolutamente.
Tengo dos opciones: una derrota o una lucha... opté por una lucha, soy una guerrera y una guerrera jamás debe ser vencida sin dar la pelea.
Durante estos últimos ocho meses la vida me ha demostrado que la fuerza interior, la esperanza, el sacrificio, el coraje y la fe son los ingredientes necesarios para enfrentar la vicesitudes que la vida me ha regalado.
De todo lo ocurrido no sé que es lo más difícil, todo ha sido doloroso, inmensamente doloroso por momentos he sido débil pero creo en los nuevos amaneceres, en las nuevas oportunidades y en que la vida así como cierra una puerta, a su vez abre muchas ventanas.
Creo en la vida, absolutamente.
sábado, 8 de octubre de 2011
Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin.
Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos…, no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido?
Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.
Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del ‘momento ideal’. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.
Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.
Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres.
Referencias:
Paulo Coelho. Cerrar un Ciclo.
Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos…, no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron.
¿Me han despedido del trabajo? ¿Ha terminado una relación? ¿Me he ido de casa de mis padres? ¿Me he ido a vivir a otro país? Esa amistad que tanto tiempo cultivé, ¿ha desaparecido?
Puedes pasar mucho tiempo preguntándote por qué ha sucedido algo así. Puedes decirte a ti mismo que no darás un paso más hasta entender por qué motivo esas cosas que eran tan importantes en tu vida se convirtieron de repente en polvo.
Pero una actitud así supondrá un desgaste inmenso para todos: tu país, tu cónyuge, tus amigos, tus hijos, tu hermano; todos ellos estarán cerrando ciclos, pasando página, mirando hacia delante, y todos sufrirán al verte paralizado.
Nadie puede estar al mismo tiempo en el presente y en el pasado, ni siquiera al intentar entender lo sucedido. El pasado no volverá: no podemos ser eternamente niños, adolescentes tardíos, hijos con sentimientos de culpa o de rencor hacia sus padres, amantes que reviven día y noche su relación con una persona que se fue para no volver.
Todo pasa, y lo mejor que podemos hacer es no volver a ello.
Por eso es tan importante (¡por muy doloroso que sea!) destruir recuerdos, cambiar de casa, donar cosas a los orfanatos, vender o dar nuestros libros. Todo en este mundo visible es una manifestación del mundo invisible, de lo que sucede en nuestro corazón. Deshacerse de ciertos recuerdos significa también dejar libre un espacio para que otras cosas ocupen su lugar.
Dejar para siempre. Soltar. Desprenderse. Nadie en esta vida juega con cartas marcadas. Por ello, unas veces ganamos y otras, perdemos. No esperes que te devuelvan lo que has dado, no esperes que reconozcan tu esfuerzo, que descubran tu genio, que entiendan tu amor. Deja de encender tu televisión emocional y ver siempre el mismo programa, en el que se muestra cómo has sufrido con determinada pérdida: eso no hace sino envenenarte.
Nada hay más peligroso que las rupturas amorosas que no aceptamos, las promesas de empleo que no tienen fecha de inicio, las decisiones siempre pospuestas en espera del ‘momento ideal’. Antes de comenzar un nuevo capítulo hay que terminar el anterior: repítete a ti mismo que lo pasado no volverá jamás. Recuerda que hubo una época en que podías vivir sin aquello, sin aquella persona, que no hay nada insustituible, que un hábito no es una necesidad. Puede parecer obvio, puede que sea difícil, pero es muy importante.
Cerrar ciclos. No por orgullo, ni por incapacidad, ni por soberbia, sino porque, sencillamente, aquello ya no encaja en tu vida. Cierra la puerta, cambia el disco, limpia la casa, sacude el polvo.
Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres.
Referencias:
Paulo Coelho. Cerrar un Ciclo.
domingo, 11 de septiembre de 2011
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